RESACA

RESACA

Quiérete, vive y siempre, siempre, sonríe.

Sabéis esos días en los que quieres que se detenga el tiempo? Que las agujas del reloj se muevan más lentas, que las horas no cuenten, que el sol no se ponga y el día se haga eterno. Seguro que todos hemos tenido días así. Yo lo tuve hace dos días y todavía sigo en ese estado de felicidad que me dejó.

Es parecido a la resaca, por compararlo con algo pero en realidad es su antónimo, en este caso no hay mal estar, ni dolores de cabeza ni de estómago, solo hay felicidad a montones y sonrisas que se te escapan sin querer cuando recuerdas algo del día anterior.

Ojalá todos los días fuesen así, una mezcla de lugares, viajes, personas, amistades, música, sentimientos y risas, sobretodo muchas risas. Ojalá pudiesemos vivir en esa eterna resaca, que todos los días nos fuésemos a la cama con una sonrisa más grande que nosotros mismos, con la sensación de sentirnos más vivos que nunca y que jamás se marchara.

Fue uno de esos días en los que cuando acaban te dejan sin palabras, tienes poco que decir y de lo poco que dices te quedas con lo que sientes y has sentido. Con las sensaciones que has experimentado, algunas ya conocidas que siempre te alegras de volver a sentir, y otras totalmente nuevas que descubres lo maravillosas que son y lo feliz que pueden llegar a hacer.

Para acabar, lo último y único que quiero añadir es que si quieres tener un día de resaca como estos, coje el coche, tu mejor compañía, unas entradas para un concierto y vete a otra ciudad, todo el rollo de las emociones vendrá sólo ;)

S. 

Imagen: Girona, cuando las calles te hablan
y tu te quedas sin palabras.

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